La industria tecnológica instalada en Tierra del Fuego atraviesa un proceso de «reconfiguración estructural» tras la apertura de importaciones de bienes electrónicos impulsada por el gobierno de Javier Milei, según analistas y ejecutivos del sector.
La medida, establecida por el Decreto 333/25, prevé una reducción gradual de los aranceles a la importación de productos como celulares, que pasarán del 16% al 8%, para luego ser eliminados por completo a partir del 15 de enero de 2026. Este cambio de reglas modifica radicalmente el marco competitivo que rigió en la isla durante más de una década.
Las principales compañías que operan bajo el régimen fueguino están desplegando estrategias de adaptación y eficiencia para competir en un mercado global directo:
- Mirgor (MIRG): La ensambladora se encuentra en un proceso de adaptación, enfocada en la eficiencia operativa y la captación de nuevas oportunidades. Si bien admite la presión sobre los costos locales, su principal preocupación radica en el aumento del contrabando de productos tecnológicos.
- Nubia: La marca de origen asiático ve la liberalización como una oportunidad. Su country manager, Han Song, aseguró que la apertura «intensificó la competencia» pero «resaltó el valor estratégico de producir en el país». La firma planea mantener la producción local como pieza central de su modelo, fabricando más del 90% de su portafolio en el país.
- Newsan: Su CEO, Luis Galli, valoró el «coraje del Gobierno para resolver los problemas estructurales», pero advirtió que la clave es la velocidad y forma en que se implementa la desregulación para garantizar la competencia en igualdad de condiciones. Newsan busca la flexibilidad para pasar de un modelo de fabricación a importación o exportación, según la conveniencia.
El principal punto de observación es el impacto de la apertura en el entramado productivo, especialmente en el empleo. Leonardo Pérez Bustos, titular de la consultora Neodelfos, advirtió que la eliminación total de aranceles «tendrá un impacto negativo en el entramado productivo fueguino» que no logra ofrecer un marco competitivo ante la medida.
El analista estimó que podría replicarse un proceso de retracción de la actividad industrial y afectación del empleo, similar al que se observó entre 2017 y 2019, especialmente en Río Grande, donde se concentra el 80% de la producción tecnológica.
Desde la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE), el sector trabaja en una mesa de competitividad con el Gobierno y la Provincia para llegar en las mejores condiciones al 15 de enero de 2026, fecha en que los aranceles bajarán a cero, siendo la prioridad reducir costos y ganar eficiencia.
Fuente: Belén Escobar- Bloomberg Línea
