Aconcagua, la montaña más alta de América, con sus 6962msnm, se ubica en la Cordillera de los Andes, en la Provincia de Mendoza. Llegar a su cumbre es sin duda el sueño de todo andinista, pero para Cynthia Pérez Mac–Gibbon, el plus consistía, en que ella era la penúltima montaña por alcanzar dentro de su proyecto personal de ascender las Montañas Sagradas Incas de Argentina, donde se realizaron “rituales de capacocha”. Este año intentará finalizar su gira por las montañas sagradas de Argentina, con la montaña “El Toro”
De esta manera, la contadora tucumana, madre de tres hijos, comenzó el 23 de diciembre del 2023 su aventura, la que imaginó sería en solitario, pero pronto comprendería que en “Aconcagua nunca estas solo, hay miles de personas persiguiendo cada uno sueños de las más diversas naturalezas (montañistas, corredores, turistas, buscadores de records, etc)”
Para este desafío, la andista realizó fuertes entrenamientos en montañas de más de 6500 metros, preparó todo el equipo necesario propio, se ocupó de la correcta alimentación e hidratación y se apoyó en el sólido equipo meteorológico, los ingenieros Jorge Arcuri y Rubén Goñi, de esta manera estaban todos los flancos cubiertos.
Más allá de toda la preparación previa, en todos los casos de expediciones, la que tiene la última palabra es La Montaña. Una vez más y como siempre sucede, la montaña tendría la última palabra, y en este caso, el Aconcagua le tenía preparada una temporada especial, un clima de altura sumamente hostil, temperaturas extremas de hasta -35° y vientos q ascendían a más de 100k/h.
Este viaje fue planeado en un principio para que tenga una duración de siete días pero como la montaña y el clima son los que deciden, esa semana se transformó en 15 días, “es aquí donde la mente jugó un papel fundamental para poder cumplir mi objetivo, el manejo de ansiedades, frustraciones, recalcular todo! la carrera inalcanzable de la ventana de clima que se corría y que cada vez se alejaba más y más, hacia flaquear y recomponerse rápidamente ante la frustración de esta variable exógena y totalmente fuera de control, ver desertar y bajar expediciones hacían que al final de las jornadas un gustito amargo se sintiera en el aire”.
Lo que Cynthia tenía claro era que “estaba decidida a subir y subir, hasta donde Dios, el clima y la montaña me lo permitieran”
“Como el que espera desespera, destiné mis días ansiando el buen tiempo, a realizar todo trekking que se presentaba: al viejo campamento plaza de Mulas, al glaciar Horcones y penitentes, Lagunas Altas, Hotel Abandonado, patrulla de Rescate, etc. Rezar, hidratar fuerte y leer mis libros Incas”.

Luego de toda la preparación, esta guerrera de la naturaleza, apasionada de las montañas comenzó su tan ansiada ascensión a una de las cumbres más deseadas por todo montañista. Por fin llegó el momento esperado.
A continuación, Cynthia Pérez Mac–Gibbon nos cuenta en primera persona su experiencia.
El 29 de diciembre de 2023, comenzó el ascenso, subir a los campos altos, esperanzados con que el clima mejore lo suficiente, y nos regale una pequeña ventana para alcanzar cumbre, dejando atrás Plaza de Mulas, festejos de Navidad y los buenos deseos de los compañeros que decidieron quedarse, cada paso de los 3 km y 750 m de desnivel hacia campamento Canadá fue un peregrinar de agradecimiento, la montaña nos permitía avanzar!!!

Lo mismo sucedió al otro día hacia Nido de Cóndores, con su acarreo, cambios de pendientes y planchones de nieve/hielo, pura alegría!!! Llegábamos a los 5500 m luego de trepar más de 500m de desnivel.
Esa noche fue particularmente triste, por radio escuchamos que fallecía un estadounidense en la zona de “La Cueva”…. replanteos movilizantes, todos haciendo el esfuerzo para llegar, y en algún lugar del mundo una familia llorando la pérdida de su ser querido, nuevamente a reponerse.
El 31 de diciembre, mi cumpleaños, me encontró subiendo a campamento Berlín 5950, unos cuantos elegimos ese campamento por estar más despoblado, necesitaba reconectar, relajar, focarlizarme fuertemente. Todo el trayecto hasta la bifurcación con campamento Cólera, transcurrió entre abrazos y felicitaciones por mi natalicio, que inyectaron alegría al ambiente, que todos necesitábamos.
Berlín al fin! Derretir hielo y seguir hidratando. A la noche comenzaron fuertes vientos, dormimos poco, carpas flameando y más hidratación.
A las 3 am en pie, vestidos todos, pero dentro de carpas, nos seguíamos hidratando. A las 6:30 ceden los vientos, dan tregua, es tarde, pero… y bueno, vamos a ver qué pasa…
El 1 de enero 2024, comenzamos el Ascenso, a eso de las 7:30 de la mañana, del campamento solo quedamos dos ascendiendo, Victor y yo, nos unimos a la multitud que venía de Cólera y avanzamos de a poco. Ya todos en bloque, cruzamos portezuelo del viento: duro! pero se puede. Pasamos cerca del compañero fallecido, un momento de quiebre y muchos abandonan y regresan, es shockeante, llantos y consuelos nos hermanaban… la montaña nos da el paso, la venia, avanzamos respetuosos.
Cuando llegamos a La Cueva, todos descansamos, refugiándonos de los fuerte vientos y calentando el cuerpo con infusiones calientes. Este es un momento de gran alegría para mi: mi querido amigo Uli Kusnezov estaba ahí, guiando un grupo, nos fundimos en un abrazo y sus palabras motivadoras fueron la inyección de adrenalina y energía que necesitaba -“ya te felicito Cyn!!! Ya estas arriba!!! Vamos que podes!!! -lo recuerdo y aún me emociono.
Comencé la canaleta, renovada, muy concentrada, llegar al filo del Guanaco, ya todos más lentos, la ventana de clima milagrosa nos permitía transitar por el coloso, con la energía de tantos que subieron y maravillarnos con las vistas que a tantos maravillaron….. No subí sola!

Esos últimos metros entre lágrimas de emoción y sonrisas entrecortadas me acompañaban mis seres queridos, pensándolos a cada uno de ellos, mis tres hijos que me hacen el aguante en fechas tan importantes, Gerito, Guadita y Bauti, mis hermanas Elizabeth Perez y Soledad Perez Mac-gibbon, que apoyan mi pasion! Mi mami Lili Mac Gibbon que entre reniegue y reniegue prende sus velitas a los santos, mi papá que desde el cielo, ve lo cerquita que llego a él y siento lo orgulloso que debe estar sabiendo que tengo sueños, que me movilizan y corro para alcanzarlos!! Mis tías que amo Claudia y Nancy Mac-Gibbon, mis primas, sobrinos, Arielito, incondicional, que me hace el aguante en mis locuras… y mis entrañables amigos.
Estoy en la cima del Aconcagua! El coloso! Techo de América! Centinela de Piedra!
Solo agradecimiento ante tanta inmensidad! Bendecida por cumplir sueños!!!
Vamos para arriba!!!
Siempre!!
#mujeresmontaña