En un giro inesperado tras la contundente derrota en las elecciones bonaerenses, el presidente Javier Milei no anunció cambios en su gabinete, a pesar de las presiones del mercado y de sectores internos. La decisión se atribuye a la firme oposición de su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, quien se habría impuesto con una frase categórica: «Yo no entrego a mi gente, sigo con ellos hasta el final».
Tras dos reuniones de gabinete en las que se esperaban medidas drásticas, el portavoz presidencial, Manuel Adorni, comunicó la creación de una «mesa política», una instancia que, según fuentes cercanas, ya funcionaba informalmente. Esta mesa estaría integrada por el presidente, Karina Milei, Guillermo Francos, Santiago Caputo, Patricia Bullrich, Martín Menem y el propio Adorni. La conformación de este grupo, sin embargo, generó críticas y recordatorios de prácticas similares durante el macrismo, a las que se ha referido de forma irónica como «Mesa con Hambre».
La falta de cambios sorprendió al círculo íntimo del Gobierno. Se esperaba que, como mínimo, el presidente alejara a Lule Menem, una de las figuras más cuestionadas. Sin embargo, la oposición de Karina Milei a esta medida fue tajante. Según trascendió, el consultor Santiago Caputo, quien había propuesto un rearmado del gabinete con aliados del PRO y del peronismo antikirchnerista, quedó en «shock» ante el anuncio, ya que su plan incluía la salida de los Menem.
La decisión de no realizar cambios se produce en un contexto de turbulencia económica, con un «lunes sangriento» en los mercados que generó urgencia en el ala económica del Gobierno. Un funcionario de ese sector habría advertido que el presidente tenía «72 horas para hacer los cambios» antes de que la situación se desbordara.
En un intento por recomponer el diálogo político, Adorni anunció una convocatoria a los gobernadores, una iniciativa que sufrió un revés casi inmediato cuando el santafesino Maximiliano Pullaro rechazó la invitación a través de sus redes sociales a menos de una hora de ser anunciada. Este rechazo se suma a una serie de «derrotas catastróficas» que el oficialismo ha encadenado en el Congreso, complicando la gobernabilidad.
La situación interna del Gobierno, con la aparente imposición de Karina Milei sobre la voluntad del presidente, y la falta de reacción ante los resultados electorales y la presión del mercado, sugiere un panorama de incertidumbre y tensiones crecientes en la cúpula del poder.