El Obispo Auxiliar de Tierra del Fuego y Santa Cruz, Monseñor Fabián González Balsa, lanzó una seria advertencia sobre las consecuencias de las políticas de ajuste y el retiro de la presencia estatal impulsado por el Gobierno Nacional. En declaraciones radiales, el Monseñor instó a tener un Estado «más presente» en la isla y en todo el país, particularmente en áreas críticas como salud, educación y seguridad.
González Balsa alertó que la ausencia estatal crea un vacío que es inmediatamente ocupado por la delincuencia. “Cuando el Estado se retira de un ámbito, lo ocupa el delito en sus distintas formas y manifestaciones. Y una de las expresiones es precisamente el narcotráfico”, afirmó, señalando que esta actividad ilícita se ceba en los más vulnerables: “los niños, los jóvenes, los más pobres”.
El líder eclesiástico calificó al narcotráfico como un «Estado paralelo» y subrayó que «El mal aparece cuando la ley no se cumple, no se aplica y no es el rector de vida. Y esto es para todo el país, no solamente para las grandes urbes”.
Específicamente para Tierra del Fuego, el obispo hizo un llamado a intensificar la presencia estatal no solo en la prevención, sino también en el control para evitar el ingreso de sustancias prohibidas a la provincia, y en la recuperación de las personas adictas. Subrayó la necesidad de contar con centros de rehabilitación adecuados en el territorio fueguino.
Finalmente, González Balsa amplió su preocupación a otros delitos que dañan a la sociedad, como el juego a través de plataformas digitales, accesible a menores de edad: “el casino está al alcance de los niños y jóvenes a través de los celulares”. Concluyó instando a la sociedad a actuar en conjunto para combatir estos flagelos, pero recalcó la responsabilidad principal en el “Estado rector”.