Daniel Núñez, Secretario General del Sindicato de Trabajadores Viales de Tierra del Fuego, denunció el desfinanciamiento «del cien por cien» que sufre el distrito, lo que ha provocado un grave deterioro de la Ruta Nacional 3. Según Núñez, la Administración Nacional no autoriza los fondos necesarios para comprar asfalto, dejando la ruta «detonada» y con numerosos baches.
La falta de presupuesto es tan crítica que, para operar, el distrito debe depender de los «rezagos de años anteriores», como sal y cuchillas. La situación se ha agravado al punto que se han aplicado recortes de hasta el 80% en el suministro de combustible, ya que Vialidad Nacional no está saldando sus deudas con YPF.
La mayor preocupación de los trabajadores es el decreto presidencial que busca disolver la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), una medida que, según Núñez, no habla de «mejorar» o «transformar», sino de «cerrarla». El sindicato advierte que esta medida afectaría principalmente al 80% del personal contratado, muchos de ellos con más de 15 años de antigüedad, a quienes no se les garantiza una reubicación.
En medio de este conflicto, el sindicato expresó su «dolor» por el voto a favor del decreto del diputado nacional por Tierra del Fuego, Ricardo Garramuño, a quien calificaron como «persona no grata». Núñez cuestionó que Garramuño, proveniente de una familia vinculada a Vialidad, no se haya abstenido y, en cambio, haya tildado a los empleados de «vagos».
Con la media sanción en Diputados que rechazó el decreto, los trabajadores ahora confían en que la Cámara de Senadores ratifique la decisión para evitar el desmantelamiento de la institución. Además, el sindicato pedirá que se declare la emergencia vial para garantizar un presupuesto fijo que permita el correcto mantenimiento de las rutas.