Según una encuesta nacional del observatorio Pulsar UBA, el 91% está en desacuerdo con bajar el gasto en educación y en salud, el 85% con reducirlo en ciencia y tecnología y el 72%, en cultura.
Cabe destacar que la inversión en ciencia y tecnología disminuyó un 30,4% real, lo que implica un presupuesto solo comparable con los otorgados en 1976 y 2002. Lo destinado a este área pasó de representar el 0,302% del PBI en 2023 a 0,208% este año. Hay organismos que sufrieron recortes de más del 90%, como es el caso de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología y las universidades nacionales, de acuerdo a datos publicados por la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales.
Además, según el análisis del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) en relación a la dinámica real acumulada interanual en los primeros siete meses de 2024 de la ejecución presupuestaria, hubo fuertes ajustes en la Superintendencia de Servicios de Salud (-45%), ANMAT (-17%), hospitales nacionales, e incluso en el Instituto Nacional del Cáncer (-8%) y la Agencia Nacional de Discapacidad (-13%).
Donde sí hay mayores consensos para ajustar es en los planes sociales (60%, aunque con un marcado descenso respecto al 72% de 2023), el empleo público (66%) y a la política (88%).
La mayoría de los argentinos coincide en ajustar los planes sociales, el empleo público y a la política
En tanto, el estudio señaló que hay más debate en torno a la quita subsidios a las tarifas de servicios públicos. El 55% de los argentinos está “poco” y “nada de acuerdo” con reducir el gasto en este área, frente al 44% que lo apoya. Sin embargo, en el AMBA, el rechazo es más fuerte (59%) comparado con el resto del país (52%).
En los primeros 7 meses del año los subsidios a los servicios públicos cayeron 40% en términos reales, según el Instituto Interdisciplinario de Economía Política de Buenos Aires (Imagen Ilustrativa Infobae)
En general, aunque la mayoría de la población (64%) sostiene que el Estado gasta demasiado, esta percepción disminuyó fuertemente respecto al año pasado (80%).
Por otro lado, la UBA precisó que hubo un cambio significativo en las tendencias sociales preexistentes, mostrando un giro hacia el “privatismo”. Actualmente, el 54% de los encuestados cree que es mejor para el país que las empresas privadas generen la mayor parte del empleo, en comparación con el 38% que prefiere que sea el Estado y las empresas públicas. A su vez, un 50% de los encuestados confía más en las empresas privadas que en las públicas (38%), lo que sugiere un contraste con las creencias del ciclo 2001-2020.
“Los resultados señalan un cambio significativo en las tendencias sociales. Una renovada centralidad de lo privado y cierta retracción del Estado encuentran un respaldo mayoritario. Sin embargo, esta tendencia no es uniforme ni absoluta, dado que persiste un fuerte rechazo a recortes en sectores esenciales como salud y educación, así como una demanda de mayor control estatal sobre los servicios públicos privatizados”, concluyó el estudio.
Fuente: Infobae