El intendente del Municipio de Tolhuin, Daniel Harrington, reconoció que dicha localidad no pudo sumarse a las presentaciones judiciales en torno al reclamo de los municipios de Río Grande y Ushuaia por el cobro del Impuesto Inmobiliario a partir de una decisión política de su antecesor, Claudio Queno.
En declaraciones radiales, Harrington recordó que «en su momento, cuando se inició la discusión, entiendo que el Municipio de Tolhuin sostuvo su postura que era no hacer ningún tipo reclamo; no se presentó y dejó pasar las instancias judiciales ante el reclamo iniciado en su momento por Gustavo Melella y Walter Vuoto».
«Entiendo de que Tolhuin se bajó a la discusión, básicamente, y hoy no tenemos derecho a reclamo más que una charla que se puede dar en el ámbito político», precisó y sumó: «Yo creo que detrás del tema debe haber una decisión política plena de los acuerdos que se pudieran generar respecto de la recaudación del Impuesto Inmobiliario».
Asimismo, remarcó que «posibilidades de diálogo político siempre hay. En mi caso particular no tengo condicionamientos para hablar políticamente de estos temas, quizás no es así la postura de otros actores, entonces hay que ver si se puede dar».
«Si hay voluntad política de discutir este tema, se hará. Yo en un punto lo que quería dejar expresado fue que cuando se tuvo la posibilidad de hacer el reclamo judicial y de acompañar en ese momento el reclamo desde la Justicia, no se hizo», reprochó.
Asimismo, rememoró que «por aquellos días, había manifestación plena o voluntad política de parte de Claudio Queno para que eso no suceda, no reclamar el pedido por el impuesto. De hecho, el tema lo charlamos en su momento cuando yo cumplía la función de legislador y él no tenía intenciones de reclamar nada».
«Supongo que su decisión podía basarse en el bajo nivel de recaudación que había en ese momento en su gestión, porque Tolhuin no alcanzaba los niveles de regularización dominial que tiene ahora» y aseveró: «Convengamos que el cobro del impuesto que se daba en su momento era ínfimo a diferencia del trabajo que hicimos nosotros y que permitió regularizar una importante cantidad de dominios».
Finalmente, Harrington manifestó que «hoy la realidad de la ciudad es otra, es completamente distinta por el trabajo que hacemos y por eso, perder ese impuesto significaría para nosotros unos 200 millones de pesos, que es mucho dinero de la ciudad».